Ulises Velázquez Gil
Toda ocasión siempre es una primera vez.
Para conocer al amor de su vida, para hallar el trabajo soñado, para resarcir
viejos errores, para asumir nuevos retos, en fin… todo responde a esa
circunstancia; pero así como existen las primeras veces, también hay vueltas al
puerto de salida, las reincidencias, pues. Un reto, tan novedoso como
reincidente, es la lectura, abierta a nuestras intenciones y pletórica en
invenciones que hacen más amena la vida que se va a cada instante. Y en ésta,
no basta solamente con leer, sino saberlo hacer con todas las letras. Y quien
conoce muy bien esos arcanos se hace llamar Felipe Garrido.
Narrador consumado y
navegante de las aguas del cálculo editorial –y hoy flamante recipiendario ex aequo del Premio Xavier Villaurrutia 2011– ha
dedicado la mitad de su vida en la formación de lectores, ante un panorama
desconcertante y poco alentador, que restringe el acto de leer a la
obligatoriedad de los programas académicos o relacionados con el aula escolar.
Resultado de su encomiable y hasta heroica labor, llega a nuestras manos El lector se hace, no nace,
donde nos cuenta sus experiencias en un campo siempre primigenio, susceptible
al eco del tiempo presente; así también nos comparte sus preceptivas y buenos
consejos en aras de crear nuevos lectores y de renovarle fuerzas a los ya
encaminados. Y aunque es enfático en como deben conducirse tanto uno como el
otro, Garrido no olvida aquel problema que a su epígono José Vasconcelos causaba
no pocas preocupaciones: el analfabetismo, todavía persistente 90 años después
de la creación de la
Secretaría de Educación Pública. Sin embargo, el tipo de
analfabetismo que genera más escozor en Garrido se deriva del uso de las nuevas
tecnologías, ágrafas y autistas como teléfono celular de última generación, o
como un perfil de Facebook o de Twitter. (Apreciaciones aparte…)
En los diecinueve ensayos y
artículos que integran El
lector se hace, no nace, hay dos asuntos de toral presencia: una,
compartir una experiencia –la del autor, claro está– en torno al acto de leer,
desde el seguimiento de sus mayores en dicha acción, pasando por la
coincidencia de intereses y temas, hasta el descubrimiento de nuevas vías hacia
una respectiva retroalimentación. Y segunda, extraer de allí las armas o los
instrumentos con que se habrán de capacitar a los nuevos promotores de la
lectura. (Paréntesis aparte: cuando este libro llegó a mis manos, nueve años
antes de estas líneas, algunas cosas que ya intuía desde el principio, se
vieron confirmadas y hasta mejoradas, por si me dignaba en emplear el mismo
método. Aún agradezco esa feliz coincidencia.)
Hace varios años, en un
homenaje a Manuel Pedroso, insigne maestro llegado a la Facultad de Derecho por
obra del exilio español, Carlos Fuentes compartió la siguiente estampa:
mientras él se debatía entre seguir la carrera de leyes o dedicarse de tiempo
completo a la literatura, Pedroso le dio el siguiente consejo: “Si desea
entender el derecho mercantil, lea a Balzac, y si desea comprender el derecho
penal, entonces lea a Dostoievsky”. Sirva esta instantánea literaria para
resaltar uno de los intereses primordiales de este libro de Felipe Garrido: la
lectura de muchos temas, con miras hacia una mejor comprensión del mundo
circundante, sin cometer el pecado de la erudición excesiva en un solo tema; en
otras palabras, la hoy citada multidisciplina.
Garrido confía en que la lectura de poesía, novela, cuento, teatro o ensayo
literario, ayuda a sensibilizar aún más al lector en potencia. Además, si le
sumamos el interés paulatino en formar lectores, primero leyéndoles un texto
sencillo sobre cualquier cosa, para luego acrecentar las temáticas a medida que
pasa el tiempo. De cualquier manera, la lectura, con sus respectivas bases, se
encuentran en constante evolución.
Finalmente, El lector se hace, no nace,
responde a una inquietud de conocer, muy a fondo, los avatares de la lectura y,
claro está, en torno a la formación de lectores: territorio conocido en la
geografía cultural de Felipe Garrido, quien, además, es un consumado cuentista,
otra de las formas de la promoción de la lectura. Dicho sea de paso, este
volumen tiene seguimiento tanto en Para
leerte mejor como en Leer
el mundo, a la sazón, su discurso de ingreso a la Academia Mexicana
de la Lengua. No
cabe duda que en aras de promover la lectura, es decir, comenzar por el
principio, acercarse a este tipo de lecturas (inclusive las sugeridas en
esta columna, desde luego) nos hará buenos ciudadanos, grandes maestros,
mejores personas. (Al menos, la tentativa o el prístino deseo de serlo. Ojalá.)
Felipe Garrido. El lector se hace, no nace. Reflexiones
sobre lectura y formación de lectores. México, Ariel, 1999. (Ariel
Practicum)
(30/enero/2012)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario