Ulises Velázquez Gil
Durante 2013, y por una serie de sucesos
desafortunados, la columna de quien esto escribe, La marcha de las Letras, desapareció de la red, al igual que el
espacio virtual que la refugió durante más de dos años, de pátina crítica e
imperante atención. (Para los gaznápiros que urdieron aquella mala pasada,
solamente queda decirles lo siguiente: Gracias,
porque su malintencionada acción, en aras de mermar nuestra labor informativa,
la duplicó; por concederme un time-out
para seguir leyendo este mundo que me tocó en suerte vivir, y también por recordarme
que la vida es mejor cuando se camina a contracorriente. Inmerecidas, pero
gracias al fin.) Hecho el presente descargo, a lo que sigue.
Como en todas mis películas, al
momento de hacer el listado definitivo de los libros que tuve la dicha de leer
a lo largo del año que termina, los libros más relevantes sobrepasaban el
número de quince, y, en aras de una decisión salomónica, resolví quedarme con
aquéllos que, de cierta manera, resumen una deuda de cariñosa lectura, donde la
presencia de algunos autores ya inscritos en listados anteriores no se hace del
rogar. A final de cuentas, toda lectura siempre es una forma de agradecimiento.
En suma, aquí les va esta selección.
1) Fiat Lux (Paula Abramo) A manera de viaje
al principio del mundo, por medio de la poesía se cuenta una genealogía donde
todos los tiempos se conjugan, pero también se posponen; anagnórisis y
eternidad, desprendidas de la luz de un fósforo.
2) “Así eran mis libros…” (Bertha Hernández) Prístina
biografía de aquellos primeros libros que nos dieron, además de conocimiento y
educación, un destino; espejo y rompecabezas que revelan una historia en espera
de escribirse. Una Historia para leer y compartir.
3) Pasiones
y obsesiones (Sandra Lorenzano) Todo escritor que se respete cuenta
con sus propias pasiones y obsesiones, las cuales, en franca conjunción, originan
una obra única y susceptible de leerse; un muestrario que da fe de la
diversidad los autores y sus corazonadas. (¿Guía práctica para el novel autor?
Sin duda…)
4) Xóchitl Uchitelnitza (Roberto López Moreno)
Nueva expedición en busca del ábrara,
esa partícula mágica −y poética− que concede a las cosas un gajo de eternidad,
que en esta ocasión se transforma en un ramillete de flores; de los poemurales al movimiento laconista, un remanso dentro de la obra de López Moreno.
5) De hogueras (Arturo Córdova Just) Veinte
años de constancia poética que ya necesitaban su propia escala íntima, donde se
refrende un prístino quehacer, en aras de detener la palabra que se escapa
frente a nuestros ojos: del verso breve –casi aforístico− a la fuerza del
versículo –profético hasta el incendio.
6) De Zitilchén (Hernán Lara Zavala) Treinta
años después de su primera edición, este volumen regresa al punto de origen
para contarnos otras historias que solamente confirman aquella máxima de León
Tolstoi: “Pinta tu aldea y pintarás al mundo”.
7) Todas mis vidas posibles (Beatriz Rivas) ¿Qué
hay detrás de un nombre? ¿Y más si se trata del mismo? Por fuerza del azar,
toda historia confluye en la coincidencia nominal, pero los enlaces entre una u
otra se unen paulatinamente cada vez que el nombre busca su lugar; reunión de döppergangers, donde lo más inverosímil
se vuelve sentencia de vida.
8) Pasajeros con destino (Julieta García
González) Seis cuentos que juegan con el desconcierto de la vida diaria, donde
lo único seguro es el afán por contar sus historias. (Una continuación de las
obsesiones de Las malas costumbres,
pero vueltas situación límite.)
9) Trasiego (Alejandro Sandoval) Recuento de
varias décadas de constancia poética, que muestran un enorme dominio de la
ingeniería poética; para quienes se les dificultaba encontrar las obras de
Alejandro Sandoval, esta compilación es un primer acercamiento, así también un
deseado regreso a casa.
10) México-Pekín (Claudia Hernández de
Valle-Arizpe) En la geografía poética de Claudia Hernández de Valle-Arizpe,
este poemario representa el asombro y la maravilla producidos durante su
estancia en China; así también un sano paralelo entre la tierra de origen y el
destino del viaje. (¿Viaje redondo? Quizás…)
11) El fantasma doméstico e Historias de papel tapiz (Raymundo
Ramos) Tercer volumen de la llamada Galaxia Ramos, reúne una serie de relatos y
minicuentos escritos a lo largo de una década; a caballo entre el retrato de
caballete y la anécdota de sobremesa, su toque de distinción roza el humor
delirante y la ironía desmedida.
12) Ángel María Garibay: La rueda y el río (Miguel
León-Portilla y Patrick Johansson) La biografía de un mexiquense eminente llega
en esta nueva edición asequible (además de corregida y aumentada), bien
complementada por una breve antología de su obra. Sea investigación, sea
creación literaria, sin duda, es un talento desmedido.
13) Un montón de piedras (Jorge F. Hernández) A
diferencia de su versión anterior (publicada bajo el auspicio del Gobierno de
Colima), esta antología de cuentos reúne la pasión de un escritor por contar
historias de índole diversa; a primera vista, es un corte de caja para dos
décadas de labor narrativa, pero también es el resumen de una pasión convertida
en cuento.
14) Sótano de sí (Camila Krauss) El tercer
libro de esta poeta inmune a toda clasificación, en esta ocasión es un alto en
el camino, o mejor dicho, la promesa de un sendero; a cada instante, la duda se
deja ver y entre los versos crea posibilidades, descubre caminos y transforma
miradas, y como en la poesía se permite todo, digno es no hablar del resto del
viaje, hasta conocerlo de primera fuente.
15) Vasija (Diana del Ángel) Un primer libro es
siempre la promesa de un viaje, donde la trayectoria a seguir se inscribe en
una suerte de aprendizaje, que nos hace voltear la mirada hacia las cosas
sencillas, aquellas que sólo la naturaleza nos entrega de forma generosa;
mientras la palabra nos acompañe, todo está permitido, incluso reinventarse la
mirada.
A mis compañeros de
andanzas y maestranzas librescas, pero sobre todo a mis lectores fieles,
reciban mis mejores deseos con la esperanza de seguir contando con su
preferencia en un 2014, pletórico en Centenarios y demás aniversarios que nos
permitan vivir la lectura. Para ustedes, mi más franco agradecimiento.
(¡¡Gracias,
siempre gracias!!)
1 comentario:
Felicidades Uli. Te quiero <3
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