En mi último año de la escuela primaria descubrí tres cosas que, de algún modo, me han cambiado la vida: la Historia de México, la literatura y el Canal Once. De las tres, la más constante ha sido, desde luego, la última.
Bajo el apoyo del Instituto Politécnico Nacional, un día como hoy de 1959 y con una clase de matemáticas como su primer programa al aire, el Canal Once tuvo como tarea primordial complementar el aprendizaje de las ciencias y de las artes, mediante la transmisión de programas de noticias, teleteatros, documentales, creando así una alternativa dentro del incipiente mundo de la televisión mexicana, la cual llegaba a su primera década de vida al momento de la entrada al aire de la frecuencia politécnica.
Desde un principio, Canal Once ya se había significado, es decir, tenía clara su postura hacia sus consiguientes misiones: la difusión de la cultura y complementar el aprendizaje escolar por parte del Estado. Sin embargo, faltaba una cosa: el entretenimiento, el cual se logró mediante la adquisición de programas provenientes de otras geografías como Japón, Rusia, Alemania e incluso Polonia y Rumania. (Quién no recuerda clasicos infantiles como ¿Puedo hacerlo yo?, Peter y su cajón de juguetes, Bolek y Lolek, y las animaciones rusas de los estudios Soyuzmulfilm, o insignes documentales como Huellas del pasado, Museos del mundo, o Patrimonio mundial, por decir algo.) Por supuesto, en respetuoso paralelo con las producciones propias del canal como Buenos días con Luis Carbajo, A la cachi cachi porra, Toros y toreros, Luis Suárez en el Once..., Aquí nos tocó vivir, La Hora H, Bol... Eros, Un poco más, ¡¡Ventana de colores!!, entre otros. Y, claro, no podía faltar el cine: desde los clásicos del cine mudo (Buster Keaton, Charles Chaplin, Laurel & Hardy, el expresionismo alemán de Murnau y el terror de Boris Karloff y Bela Lugosi), pasando por los inclasificables (Buñuel, Fellini, Kurosawa, Fassbinder, Eisenstein, la lista es larga...), hasta llegar al nuevo cine del siglo XX y XXI. (Si se me permite la minucia, todos los sábados programaban la película de la semana, es decir, la que generó mayor expectativa entre los televidentes: los que ya la vieron, la vuelven a recordar; los que no, gran oportunidad para conocerla.
A principios de los años 90, Canal Once comenzó a dar el salto hacia la modernidad, con la mejora de sus equipos de transmisión, adquiriendo un mayor alcance para su señal, otrora metropolitana, y también con la compra de nuevos programas, en su mayoría hechos por la BBC, y el apoyo para confeccionar programas de factura local, como El diván de Valentina y Fonda Susilla, entre otros. Y como todo avance conlleva un retroceso, Once TV (su nombre actual) ganó actualidad pero perdió tradición: renovó su carpeta de documentales, series y programas de debate, pero relegó el cine a muy pocos espacios. El precio de la globalización.
Aún así, hoy en día Once TV llega a su primer medio siglo como un canal muy bien posicionado dentro del ámbito cultural; aunque otros de la misma línea, como Canal 22, Televisión Mexiquense, Proyecto 40, Aprende TV y el Canal de las Artes lo hayan superado en ciertos aspectos, nada ni nadie puede quitarle a Once TV el privilegio de haber sido el primero que abrió brecha en este ancho y ajeno mundo de la televisión mexicana. (Son emociones encontradas, ya lo dijo Álvaro Cueva, pero qué le vamos a hacer.)
Finalmente, y mientras escucho la Gnosienne # 1 de Eric Satie (obra que en sus múltiples versiones se empleó como rúbrica del canal), sólo me resta decir que Once TV sí me cambió la vida (con ayuda de las otras dos cosas, ¡¡por si se olvidaba decirlo!!), y sus cambios, si somos televidentes de toda la vida, seguro los habremos de entender. De cualquier manera, es un canal que goza de cabal juventud, y ésta es mejor ejercerla que llevarla puesta. Ustedes, ¿qué piensan?
1 comentario:
Yo estoy muy consternada porque quitaron el programa "Conversando con Cristina Pacheco". Me parece que era un magnífico programa. Invito a todos a que manden un correo al canal Once para manifestar nuestro desacuerdo con esa decisión.
Me asusta mucho los cambios que están haciendo en ese canal, yo lo amo y por dinero, son capaces de echarlo a perder. No sé, eso tiene que ver con Fernando Sariñana? sigue siendo el director del canal?
Me cayó muy mal porque cuando asumió la dirección, su hijita empezó a aparecer en mucho programas del once, incluido "converando con critina pacheco" y a mi no me parece tan talentosa...
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