lunes, 30 de junio de 2008

Tras las Ondas del Lago

A mediados de 1995, la radio mexicana fue testigo de la aparición de una nueva estación radial, la cual no engrosaría de forma ordinaria las opciones en el dial, sino que además fungiría como un foro de expresión para distintos puntos de vista. Se trata de la legendaria Ondas del Lago, ubicada en el 690 de a.m.
Corría el mes de septiembre de 1995 y una nueva opción radiofónica entró al aire, sustituyendo a la no menos peculiar Radio Sportiva, con el nombre de Ondas del Lago. Su rúbrica oficial era el tango "Celos" y la voz institucional era la de Rafael Herrera. Su noticiario matutino, Hora 7, conducido por Tere Vale, fue de los más importantes en la programación diurna del cuadrante, ya que, a diferencia de los demás, dio voz a todas las tendencias partidistas del momento, sin quitarle espacio a cada una: Porfirio Muñoz Ledo, Miguel González Avelar, Carlos Castillo Peraza y Gilberto Rincón Gallardo eran aquellas de esas voces.
Así como se le daba espacio a la política, también se hacía lo propio con el entretenimiento y muestra de ello fue La Novela 690, una serie de radionovelas con una temática más apegada a los sucesos actuales: Los demonios andan sueltos (la vida y sucesos de un periódico luego del asesinato de Ruiz Massieu), El pecado de triunfar (la vida de Hugo Sánchez), Yitzhak Rabin: guerrero de la paz, Felipe González: la rueda del poder, Diana: una tragedia real, y Carlos Pellicer: el ayudante del sol, fueron algunas de las producciones que contaron con la preferencia del público radioescucha, e inclusive motivaron (como toda estación que se respete) su repetición constante. Y lo que las hacía más atractivas, era la participación de conocidos actores del doblaje mexicano, muy bien capitaneados por Moisés Palacios (quien, por cierto, dobla buena parte del tiempo a Woody Allen).
La cultura -en todas sus formas- no podía quedarse atrás. El cine (Radiocinema), la ciencia (Con ciencia), las letras (La república de los necios y 90 Kinkys), y la propia música (Con la música por dentro), también tuvieron su espacio. Pero digno es de resaltar la presencia de un programa capital en la historia de la estación: Radiometría, dedicado a la crítica de la radio desde la propia radio. Un espacio para analizar lo bueno, lo malo y lo extraño que se transmitía por ambas frecuencias. En un principio conducido por Verónica Medina y Moisés Palacios, luego por Maria Elena Cantú y en su última etapa por Ivonne Bacha, la radio mexicana no se salvó de sus certeras y hasta ácidas críticas. (La idea fue original hasta para todos los medios, con decir que su versión televisiva -no digo nombres, porque es más que obvio-, goza de cabal salud gracias a su precursora. Sans commentaires.) De pilón, otro programa sui generis: Entrevista al revés, donde los famosos hablarían de un aspecto poco conocido de su vida. Ejemplos: Alejandro Encinas, sobre ¡¡futbol americano!!; Polo-Polo, el oficio de zapatero; José Luis Cuevas, las mujeres famosas, y Carlos Monsiváis, los gatos. Toda una ocurrencia en el cuadrante.
Otro aspecto a notar de la estación fue la presencia de jóvenes figuras que, hoy en día, son luminarias por los cuatro costados: Álvaro Enrigue, Julio Trujillo, Ricardo Pohlenz y Nicolás Alvarado, ahora escritores conocidos, fueron los conductores de aquel programa de completa iconoclasia: La república de los necios, dedicado a la literatura. Un todavía joven Pablo Boullosa prosiguió su aventura radiofónica con otra emisión de la misma naturaleza: 90 Kinkys, espacio casi trasnochador que vio pasar lo mismo a grandes luminarias de las letras como Carlos Montemayor que a jóvenes talentos como Julieta García González, hoy día connotada narradora.
Todas estas ideas transmitidas al aire, permearon en la fundación de un magazine bastante peculiar: El Huevo, donde los temas de actualidad convivían, sin ton ni son, con las boutades de los conductores. (Recuerdo que la voz oficial de sus anuncios era Paul Wasso, cuya sección sobre vida lounge era básica en la revista.) La revista, a diferencia de su cuna radial, tendría más años de vida. Hasta ahora.
En 2001, cuando ya estaba bien posicionada y con un público muy selecto y fiel, Ondas del Lago cambió drásticamente de giro. Después que su primera directora, Tere Vale, compitió por la Jefatura de Gobierno en 2000, comenzó su lento declive. Grupo Radio Centro compró la estación y la convirtió en La 69; tras este suceso, varios de sus integrantes buscaron empleo en otras radiodifusoras y los muy pocos brincaron a la televisión, como el caso de Nicolás Alvarado (hoy, arroz de todos los moles, según como se vea), Boullosa y la propia Tere Vale. (Dato curioso: Ricardo Pohlenz, en la actualidad, forma parte de un grupo bastante extraño que suena por estos días y que, a mi parecer, resume el espíritu de la estación: Los Ositos Arrítmicos de Lemuria. Se los dejo de tarea.)
En la memoria radiofónica de algunos cuantos (me incluyo), perduran esos programas tan extraños y sugerentes, que, con el paso de los años, se les recuerda con orgullo. Y en sus últimos años de transmisiones, contribuyeron a un revival que en estos dosmiles que nos circundan, es y sigue siendo lo de hoy: Esquivel!
¡¡Qué viva Ondas del Lago!!

10 comentarios:

Anónimo dijo...

si ¡¡Que viva ondas del lago!!, radio de Calidad.

Anónimo dijo...

La nosgtalgia me lleva hasta la juventud con ondas del lago y aún mas atrás con las transmisiones desde el 760 de am, con "La Estación de la Palabra"
Saludos

Gogododo Kanito. dijo...

Hermosa estación, yo no me perdía Con ciencia, el señor Ganem es mi ídolo, por cierto, ¿sabían que sigue transmitiendo?, El explicador, en MVS, 102.5 de fm, a las 20:00 de lunes a viernes, hay podcast de él en Itunes.
Me asalta una duda, ¿recuerdan el nombre de la canción de inicio de Con la música por dentro?
Saludos.

la Presidencia de la NRB dijo...

Muchas gracias por tu comentario, y se me hace que te refieres a la rúbrica del programa, un collage de muchas melodías y canciones.
En la primera etapa era "Singing in the rain", conocido tema de cierta película; ya en la segunda se empleó una versión de "These boots are made for walking" interpretada por Shirley Bassey. (Eso creo.)
Nuevamente, gracias.

Anónimo dijo...

A esta estación (que desde Cuautitlan, Estado de México tenía una pésima recepción en el radio)le guardo mucho cariño, recuerdo el programa Con Ciencia, con Enrique Ganem.

Hubo algo que no mencionas en esta entrada, entre un programa y otro había pequeñas capsulas que hablaban de todo, recuerdo mucho una que hablaba sobre Buda, otra sobre El Cerebro, creo que esa del cerebro la trasmitía Tere Vale, bueno, pues estas cápulas eran buenísimas ¿tú sabras si en algún lado se puede tener acceso a algunas de estas grabaciones o a su versión escrita (¿estenográfica se dice?)si es que existe?

Unknown dijo...

Era una propuesta diferente y atractiva, ya no era de sinfonola o parloteo al máximo; era radio con sentido, con pensamiento,y que se extraña mucho no ha habido otra igual ni las "culturales" alcanzaron este nivel, con micro programas interesantes.

ROSS dijo...

La estación la escuchaba principalmente por esas capsulas de Tere Vale sobre el cerebro y la sección de Con ciencia con Enrique Ganem. También recuerdo un fragmento de un poema: Qué es poesía?, me preguntas mientras clavas en mi pupila tu pupila azul, Qué es poesía? y me lo preguntas tú?, poesía eres tú.

Rocío Sánchez dijo...

Sigo pensando igual ESTUPENDA ESTACION que fue dirigida por TERE VALE!!

Anónimo dijo...

Alguien tiene podcast, grabaciones o similares de esta estupénda estación?... Por favor, compartan.

Anónimo dijo...

Pues sin duda fue una de las mejores estaciones de radio. Y muy grato esos años de acompañamiento en mi soledad. Estaban ubicados al lado del edificio de pronosticos deportivos