Hace semanas, revisaba el blog de Julia Cuéllar (viajera frecuente por estos lares, cabe resaltarlo) y me topé con una pregunta que, hasta ahora, me generó cierto prurito: ¿Dónde está tu generación? En la sección de comentarios traté de responderla, al menos, en la medida de lo posible, pero ahora tengo una cercana respuesta.
Mi generación, con la que estudié Letras Hispánicas en la FES-Acatlán (UNAM) y conformada por nacidos entre 1976 y 1982, se halla desbalagada en varios lugares: algunos son profesores en universidades públicas y privadas (cosa que se les admira sobremanera), una mínima parte cambió de campus (y creo saber que forman parte del geriatric squad, actualmente), muy pocos optaron por irse del país y crear su vida propia, y el resto, en proceso de convertirse en los nuevos valores de las letras mexicanas, mientras leen y corrigen ajeno, y pasan sus días en las galeras de un barco editorial, a la espera de la inspiración divina para escribir la opus primumque magnum: la tesis de licenciatura y enfrentarse a la parafernalia burocrática que esto conlleva. Nada más.
Ahora bien, lanzo al aire la pregunta que le sigue por sucesión natural: ¿Dónde estará tu generación? Bueno... en vez de respuesta, lanzo un pronóstico casi seguro: seguirán en el ajo académico en las mismas universidades (algunos del otro lado del charco, seguramente), el geriatric squad hará de las suyas, sólo que en versión sindical; ya tendremos nuevos valores de las letras, pero en versión samizdat, y los que leemos y corregimos ajeno, cuya vida en las galeras es el pan de cada día, seguiremos dando lata gracias al poder de la palabra. Escribiremos con pasión, claro está, por si alguna duda cabe. Lo demás, nos dará grasa.
1 comentario:
Hola Ulises. Ha pasado ya tiempo desde que fuimos compañeros en la licenciatura y en un momento de ocio arribé a tu República, heredera de los artículos de Mariano José de Larra, y como miembro de tu generación te respondo: actualmente corrijo ajeno en una editorial. En fin, termino este apunte deseándote lo mejor en este intrincado camino nuestro de las letras. RJRC
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