miércoles, 29 de agosto de 2007

¡¡¡Felicidades, Paulina!!!

Ayer, precisamente, estaba bastante preocupado porque las celebraciones en torno a Paulina Martínez Gutiérrez, Consejera Fundadora de la Nueva República de Babel y secretaria de Salud, salieran a pedir de boca. Ahora, y gracias a una (oportuna) corrección, hoy es el día en que la NRB festeje a una mujer sin par.
Gracias a Paulina, acuñé una teoría que, precisamente por ella, terminé por confirmar. La dichosa teoría en cuestión tiene que ver con las vocaciones, o sea, las carreras. Me explico mejor. Cada quien tiene una carrera natural y otra elegida. (En la primera, son tendencias naturales que se manifiestan por sí mismas; la otra, un camino a seguir: santo y seña de una vida.) Al conocer la prosapia médica de Paulina, digamos que su misión se enfoca en mantener la buena salud de muchas cosas, como el trabajo intelectual y las amistades, por ejemplo. (Cuando digo esto, me refiero a lo que otros llaman constancia.) Por el otro extremo, su carta de marear está regida por el signo de la Historia, misma a la que le dedica buena parte de sus días. En una palabra, más que estudiar los caprichos de Clío, se empeña en vivirlos por sí misma. Gracias a estas cosas, se crea un equilibrio que se resume en una solar palabra: juventud. Lo demás es mera añadidura. (Si Paulina fuera una palabra del diccionario, seguramente sería constancia. Ni dudarlo siquiera.)
Sea en conciertos del maestrísimo Fito Páez, sea como amanuense de historiadoras, Paulina irradia juventud y le otorga un constante renacimiento a las cosas que la rodean, porque la vida se hace a cada rato, claro está.
Por ésta y más razones, que por sabidas se callan, celebro tu cumpleaños convencido de una sola cosa: eres la prueba fehaciente de que las mujeres, además de no tener edad, intentan e inventan su propio mundo, el cual no se hallará exento de sorpresas. (Y para muestra, durante esta semana, los segmentos de la NRB que ya conoces, estarán exclusivamente dedicados a ti.)
¡¡¡Felicidades, Pauluna!!!

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Ulises:
Me siento afortunada de ser tu amiga. No tengo con qué agradecer lo amable y cariñoso que has sido conmigo.
Gracias por tus palabras, por tu compañía y por las charlas tan amenas que -aunque cada vez menos frecuentes- tenemos.
Recibe un enorme abrazo de mi parte.

Éxito y felicidad infinitos,
PAULINA.

Mariposa Tecknicolor dijo...

Oye oye, que chorrocientos meses después lo vuelvo a leer y se me han salido las lágrimas.

Soy afortunada por el simple hecho de haberte conocido.

Te quiero mucho y te extraño aún más. Muchísimo. Me muero por tomarme un cafesote o una cocacolota light sentada junto a ti, mientras reímos como locos y platicamos de todas las cosas que siempre tienes lindas para sacar un gran tema de conversación.

Ya se acerca tu cumpleaños, no se me olvida. ¿Cómo festejaremos?

Te mando un gran abrazo. Te quiero mucho.

Mariposa Tecknicolor.