jueves, 21 de julio de 2011

Carta viajera para Nellie Goyzueta

Querida Nellie:

Para el momento en que esta misiva llegue a tus manos, seguramente estarás en pleno vuelo hacia las tierras del Gabo y Shakira (de Mutis y Soraya, preferiría decir), a la búsqueda de un nuevo episodio en esa larga y ajena novela llamada vida.

Hace algunas semanas, me enteré de tu viaje y aunque el tiempo no sea, en cierto modo, nuestro, enviaste una cordial y grata invitación hacia las personas que más aprecias y quieres para compartir contigo esa dicha de atravesar otros mares, otros latidos; me imagino que casi todos acudieron a la cita, excepto quien esto escribe, y no fue por falta de ganas, sino por exceso de destino: aún en estos momentos sigo asimilando el alto impacto de un suceso familiar, que algún día tornaré a contar.

Al recibir la gratísima noticia de tu viaje, mi reacción natural fue de alegría, dado que -¡¡por fin!!- el destino decidió jugar a tu favor y otorgarte un viaje, de donde volverás llena de nuevas impresiones, extraordinarias experiencias, pero, sobre todo, de más vida, misma que habrás de compartir a tu regreso. Y aunque no haya estado en aquella reunión (muy al estilo de Mrs. Dalloway), sobra decir que mi cariño y mi certera admiración andaban por allí, deseándote todo lo mejor.

Finalmente, queda decirte: ahora que estarás en otros lares, procura compartir tus impresiones, tus vivencias desde el primer momento, y si la duda o la nostalgia te hicieran mella en algún momento, recuerda muy bien que somos legión los que te queremos y cuya fuerza te envíamos a cada paso. No lo olvides. Al final, harás tuyos aquellos versos de Constantino Cavafis: No hallarás otras tierras, no hallarás otro mar. La ciudad habrá de seguirte.

Con afecto y admiración, recibe un larguísimo, fuerte y fraternal abrazo. (Bon voyage!!)

lunes, 11 de julio de 2011

Entre libros, entrevistas

Hace tiempo, mientras navegaba en las aguas heladas del cálculo tuitero, en una sentencia dicha al vuelo dije que defiendo a ultranza los libros de entrevistas, y no es para menos, dado que me apasiona leerlos y descubrir otra faceta de las diversas personalidades puestas frente a un reportero. (Despacio y nos amanecemos...)

Como género bastante socorrido, la entrevista cuenta con una finalidad primordial: conocer de primera fuente las opiniones de los protagonistas del momento sobre sus temas, sus hechos y, sobre todo, la manera cómo se definen dentro del mundo. Pero hay de entrevistas a entrevistas, las hay de banquetazo, que sólo buscan la palabrería del indiciado en cuestión, como en las revistas de chismes que se venden en el súper o se leen (por accidente, claro) en la estética o en el baño; ese tipo de entrevistas, digamos, son como las papitas de bolsa o los refrescos: para calmar el antojo están bien, pero como alimento diario, no lo creo...

Sin embargo, hay otro tipo de entrevistas que vieron la luz en una publicación diaria o semanal, y cuya sustancia primigenia todavía suscita buenas intenciones y una clara curiosidad, aún después de haber pasado del papel periódico al couché empastado. Grandes exponentes de ello son, entre otros nombres, Raquel Tibol y Elena Poniatowska, dedicadas al arte y a la vida en México, y de quienes me ocuparé en otra ocasión. Ahora sólo me dedicaré a comentar los libros de entrevistas que más me han gustado, con todo y sus respectivos "asegunes", cuya mención es necesaria.

En mis tempranas mocedades, tanto físicas como literarias, encontré en un bazar libresco un ejemplar igual de gratificante que polémico: El poeta en su tierra. Diálogos con Octavio Paz, del incipiente periodista Braulio Peralta. Aún reciente la muerte del poeta, sentí en esas páginas que su pensamiento nunca se iría del todo y cuando esas palabras llegaban al incipiente (todavía, cabe notarlo) oído de quien esto escribe, no cabía la menor duda: mi destino estaba en las letras. He aquí una de mis partes predilectas: "-Desde dónde escribe usted, ¿desde el centro, desde la izquierda, desde dónde? -Desde mi cuarto, desde mi soledad, desde mí mismo. Nunca desde los otros." Y de allí, pa´l real...

Ya en los primeros años de la carrera de Letras Hispánicas en la hoy FES-Acatlán, fui uno de los afortunados en recibir un libro de obsequio en la charla de Marco Aurelio Carballo dentro de la primera temporada de las charlas literarias con Óscar de la Borbolla. El autor invitado resolvió regalar varios ejemplares de sus libros a los asistentes que le preguntaron varias cosas; cuando llegó mi turno, me dio a elegir entre novelas, cuentos y entrevistas. "Pues el de entrevistas, por favor..." Después, entre las tareas de cada materia y el traslado diario hacia casita, me aventaba una entrevista completa de las 29 que conforman Los atrevidos (publicado en su tiempo por la UAM-Xochimilco, hoy reeditado por CONACULTA en su serie Periodismo Cultural); Lola Beltrán, Rául Velasco, Ricardo Garibay, Julio Cortázar, Rius, entre otros ilustres personajes, me mostraban su mundo y el tiempo que les correspondió ver y vivir. Incluso el propio Carballo cuenta algunos avatares suscitados en el tiempo de cada entrevista. En una palabra, amén de conocer algo más sobre las personalidades del momento, se nos daban algunos pormenores al momento de la entrevista. (Crónica y entrevista por el mismo precio.)

Una de las presencias más queridas en mi oficio de lector, es, sin duda, Álvaro Mutis. Y para este asunto de las entrevistas, tampoco él podía quedarse atrás. Celebraciones y otros fantasmas compila seis extensas entrevistas al autor de Ilona llega con la lluvia, hechas por su colega y compatriota Eduardo García Aguilar, donde Mutis revisa toda una trayectoria llena de obsesiones literarias, procesos de creación de sus poemas y novelas, además de los viajes que han sustentado buena parte de su vida. No dudo en echarme una de sus seis entrevistas, a lo menos, cada verano, es decir, como en estos días.

Como cliente asiduo de los Remates del Auditorio Nacional, siempre regreso lleno de nuevas cosas, o por lo menos, de alguna cosilla curiosa. Prueba de ello, Voces que cuentan, de Sari Bermúdez, que compila varias de las entrevistas que se transmitieron originalmente en el programa Hoy en la cultura por el Canal Once hace ya muchos años. El leitmotiv de las 27 entrevistas que conforman el libro, principalmente se refiere a figuras de la cultura mexicana y universal; sin temor a equivocarme, en este libro se encuentra la famosa entrevista que Sari Bermúdez le hizo a Octavio Paz, en ocasión de sus 80 años de vida. Igualmente se incluyen varias con Oliver Stone, Enrique Krauze, Lola y Manuel Álvarez Bravo, y hasta Elena Garro, también polémica pero rica en anécdotas. No dudaría en recomendarla para quienes deseen conocer a los protagonistas de la cultura en México.

En los tiempos que tuve la fortuna de conocer a mi siempre maravilloso Jorge F. Hernández (quien espero se encuentre bien de salud, desde aquí va un fuerte abrazo), en una de las Ventas Nocturnas del FCE encontré un volumen de entrevistas compilado y prologado por él: Territorios del tiempo. Antología de entrevistas con Carlos Fuentes. Para los lectores acérrimos pero también para los nuevos admiradores del autor de La región más transparente, en esta serie de 16 entrevistas, se conocen las aristas de un Fuentes aplicado a las artes de la narrativa y el debate sobre la política presente, pero también sobre el papel del escritor en la vida misma. Todo esto, complementado por el delicioso prólogo con que Jorge F. Hernández nos presenta su propia visión sobre Carlos Fuentes. (Si lo consiguen, lo disfrutarán de principio a fin.)

Y ya estacionados en volúmenes sobre un solo autor, Yo, Elena de Carlos Landeros es una pequeña contribución hacia el redescubrimiento y consiguiente revaloración de Elena Garro, y nadie como el propio Landeros (a la sazón, entrañable amigo de la escritora) para hacerle la debida justicia literaria a una autora inclasificable, pero llena de talento. Junto a La ingobernable de Luis Enrique Ramírez, excelente opción para conocer, de cuerpo entero, a Elena Garro.

Todo mundo sabe de sobra quién o qué hace Tere Vale, y confío en que muchos de ustedes la ubican (casi de golpe y porrazo) como periodista, ya sea en ABC Radio, Ondas del Lago o TV Mexiquense, desde luego. Y en su faceta como entrevistadora, las más de las veces. En una suerte de arreglo de cuentas con sus seguidores, nos entregó hace algunos años un volumen con diez personalidades en su mayoría pertenecientes al mundo de la ciencia, la cultura y las artes (y uno que otro personaje de la política), con un tema en común: que sean mexicanos de excepción. De frente y de perfil reúne diez entrevistas con Cuauhtémoc Cárdenas, Silvia Pinal, Fernando del Paso, Mario Molina, Angélica María, Juan Ramón de la Fuente, José Woldenberg, Guillermo Arriaga (sí, el guionista de Amores perros), Alejandro Soberón (el cerebro detrás de CIE, la empresa líder en conciertos y eventos afines), y Alondra de la Parra (cuya entrevista sugiero leer con cuidado, en especial, sus contadísimos detractores). Muchas de las claves que se requieren en estos interesantes tiempos, se encuentran en este volumen. (Hay que revisarlo.)

Cierro estas notas con un aviso y, a su vez, esperanza: actualmente tengo en mi mesa de trabajo Testigos de nuestro tiempo de Ana Cruz, también producto de su experiencia en Canal 22 y que reúne veinte de un sinnúmero de entrevistas realizadas, en cuyos protagonistas se encuentran Jaime Sabines, Álvaro Mutis, Carmen Boullosa, Carlos Monsiváis, Miguel León-Portilla, Ángeles Mastretta, Elena Poniatowska, Juan Soriano, entre otros. No dudaría que para algunos acercarse a este libro, es una manera de maravillarse por las pasiones de aquellos que hacen llevadera la labor de la cultura. (Sin duda.)

Finalmente, me encantan los libros de entrevistas por éstas y otras tantas cosas. Y decir algo sobre ello, la verdad, quedaría corto y hasta ahí. (Ojalá y les interese. Ojalá.)