miércoles, 1 de octubre de 2014

Un evangelio a contracorriente

Ulises Velázquez Gil

En la historia de la literatura, quienes pasan por el cedazo de la crítica y la ficción tanto el Antiguo y el Nuevo Testamento, no pasa que los tilden de apóstatas, reformistas o simplemente blasfemos o demoníacos, según sea el caso. No hay escritor que no haya hecho esto, sea para entretener, sea para echar el ácido crítico. Desde Nikos Kazantzakis hasta Lanza del Vasto, en ambas orillas del charco, ejemplos sobran.
En el caso de René Avilés Fabila, esta condición no le es ajena; desde sus primeros cuentos, reunidos en Hacia el fin del mundo (libro que ya cumplió sus primeros 41 años de publicado), hasta sus Fantasías en carrusel, puede verse la forma mordaz como describe –a su manera– conocidas estampas de la Biblia. Ahora nos entrega un volumen bastante heterodoxo (hasta para él mismo): El Evangelio según René Avilés Fabila. Dicho volumen está conformado por una serie de ensayos acerca de algunas historias bíblicas (convertidas en lugar común gracias al cine en todas sus vertientes), pero con una perspectiva vidriosa, es decir, buscando una explicación un poco más lógica. ¿A qué me refiero?
Donde el lugar común y la Iglesia encuentran un ambiente donde impera la paz y un cierto aroma divino, en realidad se respira un dulce olor a guerra; que si el demonio existe para hacerle contrapeso al supremo, que los héroes bíblicos fueron los primeros kamikaze, o ya de plano, saber que el Jesús ensalzado hasta las cachas por la Iglesia no es más que una versión semioriental de un líder político, entre otras cosas, las encuentra René a través de varios ensayos y artículos. Pero como su prosapia narrativa se cuela hasta la cocina, cabe resaltar una serie de minificciones en torno al Diablo, las cuales, cabe decir, son de lo mejor. (Si en un futuro próximo Avilés Fabila planea actualizar sus Fantasías en carrusel, no dudaría en sugerirle una nueva sección con estos cuentos.)
Bien sé que hay muchas cosas por decir de El Evangelio según René Avilés Fabila, pero por ahora me limito a recomendar su lectura (católicos recalcitrantes y sectarios del Yunque, abstenerse), y así disfrutar de una prosa sin concesiones, digna de la prosapia fantástica que prosiguieron Jorge Luis Borges y Juan José Arreola. Un libro que sí puede picarse de polémico, pero también ameno. De verdad.

René Avilés Fabila. El Evangelio según René Avilés Fabila. México, Plan C, 2009. (La mosca muerta, 23)

(29/agosto/2011)

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