lunes, 11 de mayo de 2009

Un provocador profesional llamado Dalí

Cada que un pintor hace su aparición en el mundo, el tiempo se detiene sin pedir nada a cambio. Y cuando una obra señera y única se inscribe en la vida, muy a pesar de sus cualidades y defectos, mejor aún. Es este el caso del pintor español Salvador Dalí, a quien hoy recordamos en su cumpleaños 105.
Salvador Felipe Jacinto Dalí i Domenech nacido en Figueras, Cataluña, fue un niño con intereses variopintos; lo mismo el futbol que el arte contemporáneo. Tanto fue su acendrado interés por esto último que en 1922 viaja a Madrid para estudiar en la Academia de Artes de San Fernando y se aloja en la legendaria Residencia de Estudiantes, donde entrabaría amistad con otros dos genios: Federico García Lorca y Luis Buñuel. Sin embargo, los intereses del joven Dalí iban más allá de lo estrictamente académico y esto origina su expulsión de la Academia de Artes. Para un muchacho admirador de Picasso y Joan Miró, el mundo aún estaba por escribirse, o mejor dicho, por pintarse.
En 1929, en mancuerna con Luis Buñuel, ahora convertido en cineasta, realiza Un chien andalou, película que se incorpora a las filas del naciente surrealismo, movimiento creado por André Bretón. Dentro de esta corriente, Dalí incursiona con las primeras obras que habrían de originarle cierta notoriedad; relojes blandos, insectos saliendo de una mano y Gala, musa, esposa y dealer, son algunos de los tópicos que determinarían su postrera obra. Tanto fue el empecinamiento de Dalí en esta corriente que alguna vez declaró Yo soy el surrealismo. Y si le sumamos las estratosféricas cotizaciones de sus cuadros y esculturas, no en vano Breton hizo un lapidario anagrama de su nombre: Avida dollars.
Como los provocadores profesionales no pueden quedarse quietos, Salvador Dalí también incursionó en el campo de la escritura; además de ser un lector incomparable -que lo mismo ilustró ediciones de La Biblia, La Divina Comedia, El Quijote, los Ensayos de Montaigne y la Autobiografía de Benvenuto Cellini-, se tornó escritor incendiario. (Gracias a su Vida secreta, acusó a Buñuel de comunista, cosa que el aragonés nunca le perdonó.) Diario de un genio, La vida secreta de Salvador Dalí, El Angelus de Millet, fueron algunas que destacaron, además de la carretada de entrevistas que dio para cualquier medio de comunicación. (Recuerdo una memorable que le hizo Jacobo Zabludovsky donde le hizo firmar una edición en gran formato de su obra; interesante jugada del periodista, dado que Dalí tenía fama de quedarse son los bolígrafos con que firmaba sus obras.)
Por donde quiera que se encontraba, Dalí siempre tenía motivos para generar polémica; sea con algunas de sus boutades, sea para tener un momento de atención. Lo importante para él es seguir en el ajo. Lo importante es que hablen de ti, aunque sea mal. Aunque los detractores se coticen por kilo, no cabe duda de que cuando hay admiradores es porque, de verdad, los hay. Sus pinturas se encuentran entre las más conocidas del arte español, sus escritos (hoy día, publicados en ocho volúmenes por ediciones Destino y la Fundació Gala i Salvador Dalí) una muestra de una creatividad sin límites, y sus palabras, bueno, digamos que cumplió y con creces su propósito. Aunque el arte es eterno, sus creadores no. Salvador Dalí muere el 23 de enero de 1989.
Estas líneas hacen lo posible por recordar a una figura sin igual; mejor homenaje no podía haberle hecho el grupo español Mecano con esa emblemática canción extraída del álbum Descanso dominical.

Si te reencarnas en cosa,
hazlo en lápiz o en pincel
y Gala de piel sedosa
que lo haga en lienzo o en papel.

Si te reencarnas en carne,
vuelve a reencarnar en ti,
queremos genios en vida,
queremos que estés aquí,
"Eungenio" Salvador Dalí.

(Lo demás, son sólo efemérides de calendario. ¡¡Gracias, Dalí!!)

1 comentario:

Anónimo dijo...

¡Ese señor!
Era un ser increíble.
Es una pena que muriera el año en el que yo nací... ¬¬
Hace unos meses me topé con la foto de "los gatos mojados". Por alguna mística razón nunca antes la había visto y me enamoré de ella.
No sé, entre más sé de ese señor más lo amo.
Saludos.