jueves, 7 de mayo de 2009

Diez cosas para olvidarme de la "gripe"

1.- Leer dos libros al mismo tiempo: Entre dos fuegos de Ana Colchero y un ejemplar de la saga detectivesca de Pepe Carvalho, El hermano pequeño de Manuel Vázquez Montalbán.
2.- Aventarse un maratón de pelis disfrutando de la comodidad hogareña: Así del precipicio, Memorias de una geisha, El curioso caso de Benjamín Button, Las cinco personas que encontrarás en el cielo y La misma luna, sin olvidar los clásicos personales Lección de honor, Una mente brillante y la versión definitiva de Blade Runner.
3.- Revisar con minuciosidad de relojero tanto la nueva programación de Canal 22 como la reestructurada (y a regañdientes) programación de Once TV, sin olvidarse de echarle una miradita a Proyecto 40. (Gracias a ello, Matrioshki sigue siendo una nueva serie favorita, Cuéntame cómo pasó conserva intacta su frescura en la historia, y Claves, muy a pesar del "recorte" de quince minutos, se perfila para convertirse en un clásico contemporáneo.)
4.- Cambiar de estación de radio favorita: del 88.1 al 102.5 fm. (Para un radioescucha estándar como un servidor, vale más escuchar las puntadas de Susana Moscatel y Pamela Cerdeira que soplarse documentales disfrazados de cobertura. Se agradece la información, cierto es, pero demasiada -perdonen mi respuesta-, desinforma.)
5.- Pasar en limpio todo el titipuchal de notas al vuelo que la lectura de un solo autor me deja. (Creo que esto da para un ensayo. Es una apreciación.)
6.- Poner en la charola para 5 discos del modular todos los compactos de Alizée y el best of de Mylène Farmer, hasta llegar a la última canción.
7.- Revisar hasta el hastío tanto el correo electrónico y el holacinco como la presente bitácora, con tal de hallar mensajes y/o comentarios que motiven algo más que optimismo, haciéndonos un favor al evitarnos el engorroso tema de la gripe.
8.- Hacer las labores propias de mi sexo, es decir, lavar trastes y ropa, planchar, barrer y cocinar.
9.- Repasar una y otra vez el manual de capacitación para ser funcionario de casilla en las próximas elecciones, mientras arreglo la agenda para la próxima visita de mi capacitadora a mi casa. (Muy guapa, por cierto.)
10.- La más importante: Pasar tiempo de calidad con la familia. Todas las nueve anteriores no tienen sentido sin ésta. En tiempos de guerra, tiempos de paz, la familia es lo único que hace la diferencia. Verdad que sí.

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