martes, 24 de febrero de 2009

Adolfo Castañón en Bellas Artes

Desde hace más de cincuenta años, cuando fue instituido por Francisco Zendejas, el premio Xavier Villaurrutia de escritores para escritores, es un enorme y verdadero motivo para celebrar la buena salud de las letras mexicanas. Y no es para menos, dada la importancia del premio que se basa más en el talento que en las imposiciones de ciertas cúpulas, aunque, a veces, sea más un obituario adelantado que un mero espaldarazo. (Cuestión de enfoques.) La noche de hoy no fue la excepción, con la entrega de la presea correspondiente a 2008 al polígrafo y editor Adolfo Castañón por su libro Viaje a México, del cual, cabe decir, reúne una serie de ensayos en torno a varios autores queridos y admirados por él, como Alfonso Reyes y Octavio Paz, por decir algo.
Desde las 6 p.m, bajo las escalinatas del Palacio de Bellas Artes, lugar donde se hace la entrega anual del premio, ya se veía gente a la espera de ingresar a la sala Manuel M. Ponce y ser testigos del reconocimiento hacia un autor inclasificable como lo es Castañón. Quien esto escribe se encontró con Raúl Renán en la fila, y para cuando llegó la hora de ingresar al recinto, vio llegar a figuras de la talla de Federico Patán, Jaime Labastida, José de la Colina, Guillermo Sheridan, Concepción Company, José G. Moreno de Alba, Alicia Reyes, Víctor Díaz Arciniega, Andrea Martínez Baracs, Enrique Krauze, Jean Meyer, Beatriz Rojas, Mabel Hernández (hija del inclasificable Felisberto), entre otros. Sin embargo, una presencia que llamó fuertemente mi atención fue la de Marie Boissonnet, ¡¡mi maestra de Francés en la Universidad!!, a quien saludé luego de muchos años. (A medida que fuera transcurriendo la entrega, el misterio en torno a ella quedaría revelado.)
Pasadas las 7 p.m, y con la sala a su máxima capacidad, dio comienzo la ceremonia. Acompañaron al galardonado María Teresa Franco, Directora del INBA; Enzia Verduchi, Directora de Literatura; Silvia Molina, representante del jurado, y Alicia Zendejas, Secretaria de la Sociedad Alfonsina Internacional, institución que entrega el Premio Villaurrutia. Luego del discurso reglamentario de la funcionaria, y los hermosos textos de Alicia Zendejas y Silvia Molina, Adolfo Castañón leyó un no menos gratificante discurso de agradecimiento, casi una carta de amor a las letras. Incluso agradeció a todos los asistentes al evento, pero sobre todo a su esposa, con quien lleva más de 35 años de vida en común: Marie Boissonnet, ni más ni menos.
Al final de todas las formalidades del premio, comenzó el asedio de los medios de comunicación y los lectores a la caza del autógrafo y la fotografía del recuerdo. (Junto a dos Carlos muy queridos, Domínguez y Gorbea, me sumé a esa extraña fauna.) Castañón, casi haciendo alarde de ubicuidad, concedía una entrevista para TV UNAM, saludaba a Javier Garciadiego -recién llegado de Guadalajara- y dedicaba ejemplares de Viaje a México, Arca de Guadalupe y del discurso de ingreso a la Academia Mexicana de la Lengua. (Cuando dedicó este último a un servidor, era grande su curiosidad por saber dónde lo había conseguido, a lo que respondí: "En una librería de la UNAM, pero si quiere le busco uno...". Me agradeció sobremanera ese buen gesto.)
Junto a mis colegas, resolví disfrutar de los canapés y tomarme un buen coctel, mientras intercambiábamos experiencias y gratas coincidencias. Mientras Domínguez buscaba un trago más y Gorbea platicaba con Krauze, me acerqué a Marie para expresarle mi admiración y mis felicitaciones por el premio a su non esposo. "¿Cómo conociste a Adolfo?", me dijo. "Leyéndolo...", respondí. (Se veía contenta, verdad que sí.) De cualquier manera, no será la última vez que frecuente su, al menos hoy, ilustre galardonado.
A las 9 en punto, como cenicientas de las letras que somos, Gorbea, Domínguez y quien escribe emprendimos la retirada, con la satisfacción de haber estado en una gran y fastuosa celebración de la Literatura mexicana. Ojalá el siguiente año sea igual o mejor. Por ahora, levanto mi copa por Adolfo Castañón y su Viaje por México. (¡¡Salud!!)
¡¡Enhorabuena!!

domingo, 15 de febrero de 2009

Nueve veces el Horizonte

Hace nueve años, en un servidor eran seguras tres cosas: mi alegría por el resurgimiento de la UNAM luego de diez meses, el hábito de la escritura poética y mi entrada a la sala de operaciones algunos días después. Mientras se sucedían estas cosas, la radio capitalina era testigo de una nueva estación que comenzaba a transmitirse por el dial: Horizonte 108.
La más joven de las estaciones del Instituto Mexicano de la Radio, tiene un punto en común con sus hermanas: el gusto por transmitir buena música, fuera de los parámetros comerciales, pero con una buena ración de programas. Desde el primer minuto del martes 15 de febrero, con la transmisión de "Conquest of Paradise" de Vangelis, ya se sabía que el perfil se enfocaría hacía la world music y el new age, pero conjugado con el jazz y la música para el cine. Además, la incipiente estación se enriqueció aún más con la presencia de locutores de gracia impar como Luis Gerardo Zavala y Antonio Ríos. Era, tal y como su slogan lo asegura, hasta donde llega la radio. (Y, claro, luego de atravesar la sucursal radiofónica del geriatric squad y una horrorosa estación dedicada a la música grupera, ya era en sí una salvación.)
Sin irse a extremos como ciertas estaciones, Horizonte 108 supo desde el principio equilibrar música y contenidos diversos. Revistas culturales como Universo de la cultura, Mujeres del siglo XX, Al hilo del tiempo, Miscelánea del sonido y Memorias y presencias, sendos programas conducidos por René Avilés Fabila, Martha Robles, Ernesto de la Peña, Juan Arturo Brennan y Eduardo Lizalde, y la serie de cápsulas Letras y vivencias, continuaron el camino que trazó en un principio su estación hermana, Opus 94, donde el compromiso con la difusión de la cultura era más que evidente. Tiempo después, Gastón García Cantú, Javier Garciadiego y José Manuel Villalpando, engrosarían esa nómina cultural.
Mientras la cultura hace de las suyas, la música no puede quedarse atrás. Desde hace algún tiempo, se le da preferencia a un solo género, el jazz, pero la world music tampoco no se puede quejar; para el primero, Erick Montenegro, Alejandro Joseph, Raúl de la Rosa y el legendario Armando Ortiz, el Cónsul, se volvieron en sus fieles sacerdotes, mientras que en el segundo, Mariana Pérez, Bernardo Yancelson y Deborah Holtz hacen lo propio con sus emisiones del fin de semana. De pilón, cabe mencionar la presencia de dos tripulantes más: Óscar Sarquíz, navegante de los mil mares de la música, y Laura Barrera, cuya inconfundible voz le cede la palabra a los protagonistas del México actual con El soundtrack de una vida.
Sin picarme de modesto (y muy a la Javier Garciadiego, por cierto), creo que mi aportación a la historia no escrita de Horizonte 108 es apenas pequeña, mas no menor. No lo es porque desde el primer momento que se escucha, aporta un estilo, una actitud plural ante y por la vida. Pero es pequeña respecto al resto de los asiduos radioescuchas, quienes, como un servidor, también tienen algo que decir sobre una estación única en su género. (Para muestra, http://www.horizonte.imer.com.mx/.)
De cualquier manera, no negamos que Horizonte 108 nos cambió la vida. Al contrario, nos regaló (ésa es la palabra) una nueva. ¿Verdad que sí?

lunes, 9 de febrero de 2009

Tango, academia y gol

Hace unas horas, y por invitación de Conchita Estrada, mamá de nuestra querida Rosalía Velázquez, tuve la fortuna de asistir a la sesión mensual de la Academia Mexicana del Tango "Gastón Martínez Matiella". Gracias a ella, en su papel de Directora de Investigación, un minúsculo texto mío con pretensiones de efeméride (casi obituario) sobre Astor Piazzolla me llevó a conocer la Academia y a su insigne presidente, el legendario jugador de futbol, hoy comentarista deportivo, Jorge Che Ventura.
Como se trataba de una ocasión muy especial, resolví salirme temprano de donde estaba, y como hacía tiempo no pisaba una librería, hice una escala en la Librería del Fondo, allá por la Condechi. Revisé algunos libros con la esperanza de llevarme alguno, pero cuando estoy en esos lugares, hago de cuenta que el tiempo no existe. Finalmente, encontré el ejemplar que me interesaba y me dirigí hacia Radio UNAM, donde se realizaría la sesión de la Academia del Tango. Y como el tiempo estaba muy a mi favor, me fui caminando.
Mientras andaba, las calles me parecían algo extrañas; buscaba la calle de Adolfo Prieto y como el descubridor que llevo dentro guiaba mis pasos, finalmente sí llegué a dicha calle, donde hace esquina ¡¡con Ángel Urraza!! Había llegado a Radio Educación y ante esta sorpresa, le metí velocidad al paso berlinés. Llegué a Radio UNAM con algunos minutos de retraso, pero, bueno, lo importante era estar presente. Saludé a doña Conchita y, claro, me presenté con el Che Ventura y éste me facilitó un ejemplar de El Metejón, órgano difusor de la Academia, en cuya contraportada estaba mi artículo sobre Piazzolla, algo corregido, si me permito la precisión. Luego me invitó a tomar asiento y dar inicio a la sesión.
Cerca de las 7 p.m, en la sala de usos múltiples de Radio UNAM, dio comienzo la sesión. Varios de los miembros leyeron sus trabajos en torno al tango, ya sea analizando la letra de algunas canciones, sea exponiendo la presencia del tango en la música mexicana, e incluso llegaba a los linderos del futbol. En este punto, el Che Ventura expuso un excelente trabajo sobre el tango y dicho deporte, donde resaltó la importancia del famoso gol que Maradona le anotó al equipo inglés en aquel memorable partido que se jugó en el Estadio Azteca, durante el mundial México '86. Cabe decir que a la mitad de cada participación, se ilustraba con un video relacionado; la tecnología hacía de las suyas, pero siempre salían a flote el buen ímpetu y las ganas de seguir. Así, hasta después de las 10 p.m.
Con franqueza, me sentía fuera de lugar, sin embargo, cuando se comparte una pasión en común, es decir, una sola música, como el tango, las edades no importan. (Ahora entiendo porque les interesó mi "artículo" piazzollano.) Encantado de la vida, volvería a repetir esa misma experiencia. Aparte de todo, el Che Ventura fue lapidario conmigo: "Ojalá sigas escribiendo sobre tango". No creo hacerlo tan seguido, pero lo doy por hecho. Verdad que sí.
¡¡Gracias!!

lunes, 2 de febrero de 2009

Algunas notas sobre Shakira

En Colombia hay dos formas de la poesía: la literaria, donde resuenan los nombres de Eduardo Carranza, Álvaro Mutis y Gabriel García Márquez, etc., y la musical, de cuyos principales exponentes que han colocado al país en el panorama actual, resaltaría dos: Soraya, cuya perdida aún es irrecuperable, y Shakira, quien hoy llega a los 32 años y es un ejemplo vivo de como los dos mundos conviven sin problema.
El garcimarquiano puerto de Barranquilla vio nacer un 2 de febrero de 1977 a Shakira Isabel Mebarak Ripoll, de marcada ascendencia libanesa por el lado paterno y catalana por el materno. Recibió el llamado de las letras a los ocho años cuando comenzó a escribir sus primeras canciones, hecho que cimentaría una vida llena de talento. Después de un largo peregrinaje por agrupaciones y concursos, viaja a Bogotá para seguir ese llamado que recibió cuando niña. Luego de conocer a varios productores, Shakira obtiene su primera oportunidad en el mundo de la música con la aparición de su disco Magia (1991), y dos años después, Peligro, pero no tuvieron una buena respuesta del público. Con este primer tropiezo, se toma un descanso e incursiona en la televisión como protagonista de la telenovela El Oasis, con un resultado moderado. Con todo, Shakira no pasaba de ser una gloria local, es decir, que sus canciones sólo eran conocidas en su país; por ese mismo impasse localista había pasado el Gabo, En ambos, esto apenas era la antesala del revuelo que habría de venir.
Con el glorioso antecedente del sencillo "¿Dónde estás corazón?" en Colombia, sale al mercado en 1996 Pies descalzos, álbum que catapultó la fama de Shakira hacia otros países de América con sencillos como "Estoy aquí", "Antología", "Un poco de amor", "Se quiere, se mata", el ya mencionado "¿Dónde estás corazón?" y el que da título al disco, "Pies descalzos, sueños blancos". Desde luego, las críticas no se hicieron esperar: mientras "Se quiere, se mata" generaba gruesas polémicas por tratar el tema del aborto, varias de sus canciones, por la complejidad de sus letras, ¡¡eran tremendos trabalenguas!!, cosa que delimitó (en cierta manera) el estilo de Shakira. Para 1998 nos presenta un álbum que seguía el mismo estilo que el anterior: ¿Dónde están los ladrones? Cuenta la propia cantante que dicho título derivó de un extraño incidente: la maleta, donde además de su ropa y enseres personales, venían las canciones para su nuevo disco, le fue robada, y esto motivó una seria búsqueda para recuperarla. Al final, resolvió reescribir las canciones y el resto es historia: canciones como "Ciega, sordomuda", "Inevitable" y la arabizante "Ojos así", confirmaron una fama más que merecida. Después de gozar las mieles del éxito, en 1999 Shakira hizo un ligero corte de caja a su trayectoria y grabó una sesión unplugged para MTV, derivando, claro, en su respectivo álbum.
Ya en los dosmiles, y después de consolidar su carrera en el ámbito latinoamericano, en 2001 sale al mercado Servicio de lavandería y su respectiva versión en inglés, Laundry Service, por aquello de la internacionalización. "Suerte", "Underneath your clothes" y "Te aviso, te anuncio" y "Te dejo Madrid" y "Que me quedes tú" fueron los sencillos que evidenciaron un cambio radical tanto en sus letras como en los rítmos musicales; en "Te aviso..." jugó con el tango, y en "Te dejo Madrid" suscitó una polémica con el torero El Juli. (¿Qué tal?) Y como ese afán de globalizarse era verdadero, 2005 nos trae una producción donde, literalmente, Shakira echó toda la carne al asador: Fijación oral, vols. 1 y 2, en sus respectivas versiones en español e inglés. (Una canción muy conocida de este álbum, "Hips don't lie", la llevó hasta la clausura de la Copa del Mundo Alemania 2006.)
Regresando a su natal Colombia, Shakira comenzó a interesarse por las labores altruistas (mismas que se sustentan en la Fundación Pies Descalzos), pero también en voltear la mirada hacia un coterráneo suyo: Gabriel García Márquez. (Es del dominio público que, en algún reportaje de la televisión colombiana, Gabo y Shaky le sacaron chispas a la pista de baile. Además, el autor de Cien años de soledad, cada que el tiempo lo permite, se le puede ver en alguno de sus conciertos.) Cuando se preparaba la versión fílmica de El amor en los tiempos del cólera, Gabo invitó a su compatriota para que escribiera las canciones que se emplearían en la película, entre las que destaca "Hay amores".
Después de repasar un poco la trayectoria de una cantante sin par, cabe decir lo siguiente: por la amplitud de temas que trata en sus canciones, Shakira le rinde señero y sincero homenaje a toda la prosapia literaria de su país, pero también persiste en su campo nato, la música actual, donde ya se encuentra inscrito su nombre. Bien sé que no le faltaran ni detractores ni fans; sólo su música dirá la última palabra. Por donde gusten, será un buen comienzo. Verdad que sí.