jueves, 20 de septiembre de 2007

¡¡¡Felicidades, Eunice!!!

En estos días de lluvias torrenciales y correos electrónicos postergados, siempre es oportuno regresar a los viejos puertos donde los proyectos sólo eran eso y las esperanzas de emprender nuevas aventuras, estaban a flor de piel. Una persona que asumió esa condición, desde el primer día de vida de la Nueva República de Babel, fue Eunice Alpízar, primera viajera por las aguas de la pluralidad babélica y ahora Consejera corresponsal. Sin embargo, ¿cómo fue su aparición en estos lares?
Conocí a Eunice apenas hace un año, como parte de una generación bastante peculiar, cuya mayor cualidad era estrenar -por así decirlo- a los nuevos maestros del turno vespertino, entre éstos, a Laura Cabrera, fundadora de la NRB. (Como buen crítico de las nuevas generaciones que ingresaban a la carrera de Letras Hispánicas, al conocerla, sabía, muy a vuelo de pájaro, que no sería una generación más, ni mucho menos se desencantaría como algunas a las que había pertenecido.) Simplemente, se empeñaría en conocer más de un ambiente único y con resultados fascinantes.
Gracias a una llamada de auxilio bibliográfico, inicié mi contacto con Eunice, una mujer de gustos a contracorriente (como Nacho Vegas, a quien sólo ubicaba por haber rescatado del panteón a Enrique Bunbury), pero con una enorme sensibilidad para la poesía y las letras en general. Si Eunice fuese una palabra del diccionario, sin temor a equivocarme, sería temporalidad, porque a cada cosa le concede su espacio y tiempo, sin importar la dismilitud entre dos o más. Y porque sabe mirarlas por vez primera, a pesar del tiempo transcurrido, aunque éste haya pasado o, en su defecto, permanezca detenido. Lamentablemente, a principios del presente semestre, el destino le deparó una (repentina) pausa en su camino de letras, dándole otro tiempo, otro espacio. Sin embargo, bien lo sabemos, mientras haya vida y una sólida amistad, que el mundo que siga girando.
Celebro tu cumpleaños, querida Eunice, con la sincera esperanza de que todas tus empresas salgan a pedir de boca y también rezo para que regreses a estas tierras que te vieron nacer a la vida literaria; a las que, sin dudarlo siquiera, te recibirán como si fuese el primer día. (Y conste que no salgo con el lugar común del Decíamos ayer...) Y como pequeño, pero sincero homenaje, el Estadio Espartano estará dedicado completamente a ti.
¡¡¡Felicidades, Eunice!!!

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Caray... Mi querido Ulises de verdad agradesco mucho esto es de los mejores regalos que he podido recibir me alga muchisimo, por cierto mi casion preferidad de Nacho Vegas es Seronda.Si es verdad me he retirado por un momento a convatir con esta vidad que muchas veces inteta frenarnos, pero volvere y sere como una enfermedad contagiosa no se libraran de mi... Aprovecho para cometarte que es mis tiempos libros inteto escribir una novela no se cuanto tiempo me lleve terminarla pero me gustaria que tu fueras el primero en leerla y porsupuesto correguirla, en su momento te lo hare saber. En fin te dejo pero recuerda en cada sombra de la escuela habita mi espiritu deseoso de conoser el futuro de mis letras.

Anónimo dijo...

Hola Ulises solo te escribo para mandarte un saludo desde estas tierras Coyoacanenses, esperando que continues en estos empeños literarios y ojala pronto podamos revisar en este espacio algunos de tus poemas y cuentos.

Att. Carlos Domínguez