sábado, 21 de abril de 2007

Leaving Port Memories: Mecano

Hace varios días, platicaba largo y sabroso con varias historiadoras de Acatlan City y dentro de la conversación, me preguntaron los porqués de mi relación con la Historia y del cómo, siendo un literato de tiempo compartido, conozco datos sobre su gremio. En aquel momento, les dije que dicho interés se remonta a mi lejana infancia, cuando veía por la telera una telenovela histórica de nombre Senda de gloria, la cual marcó mis postreros intereses. Sin embargo, y ya pensándolo bien, creo que mi memoria me manda un tiempo más atrás. Y espero serle fiel.
Mi descubrimiento de la Historia estuvo, paralelamente, ligado a uno de mis gustos musicales: las obras del grupo español Mecano. (Sinceramente, no me considero integrante de la "generación Mecano" ni de otras semejantes, dado que nací a principios de los años 80, pero eso es materia de otra colaboración y no tengo el hígado -por ahora- para hacer una historiografía diletante al respecto.) Cada vez que mi familia y yo regresábamos de vacaciones, al llegar a la casa siempre sonaba por la radio una canción de Mecano, ya fuese "Cruz de navajas", "7 de septiembre" o "Laika", que era la que más me gustaba cuando niño. Años más tarde, cambié drásticamente de género musical y mi infancia se quedó en el Cine Ópera.
Para cuando llegué a la preparatoria (lugar que termina de fraguar tus gustos musicales), ocurrió mi redescubrimiento de Mecano, cuando un profesor de Álgebra me prestó algunos cassettes de los álbumes Descanso domincal y Aidalai, mismos que me regresaron momentáneamente a mis años de escuela y de largos viajes a provincia; además, aprendí algo de historia gracias a canciones como "Héroes de la Antártida" (me aprendí de memoria el texto introductorio: quién no recuerda aquellas palabras: "18 de enero de 1912: El capitán Scott, acompañado por Evans, Wilson, Bowers y Oates, alcanza el Polo Sur, pero fracasa en la hazaña de ser el primero. Sobre el punto de la latitud cero, hondea ya la bandera noruega del explorador Amundsen. Exhaustos y fracasados, emprenden el regreso."), "Dalí", "No es serio este cementerio" (con su peculiar humor, claro está), la propia "Laika" (¡¡Al fin sabía de que trataba!!), etc., donde sabías qué onda con las historias y sus protagonistas, sin dejar de lado las historias sencillas, como los insólitos encuentros plasmados en "La fuerza del destino", "El cine", "No hay marcha en Nueva York", por decir algunas. (En una palabra, una especie de historiografía de bolsillo.)
Ahora, 25 años después del comienzo de una leyenda viva, los compactos del terceto español siguen vendiéndose como antaño, salen innumerables compilaciones de videoclips y hasta una obra musical inspirada en sus canciones, Hoy no me puedo levantar, se exhibe en las marquesinas mexicanas e ibéricas; y aún no sé si estoy preparado para integrarme a la "generación Mecano". Y mientras llega ese día, seguiré escuchando sus canciones, checando sus videoclips y hasta analizando sus temas como recurso didáctico para seguir aprendiendo historia. ¿Será?
[P.S. Al momento de ponerle punto final a este fragmento de las Leaving port memories, recuerdo que Ana Cárdenas mañana se llevará a algunos de sus alumnos y demás flota a una función de Hoy no me puedo levantar, cosa que me llena de envidia, pero qué remedio. Habrá un día.]

1 comentario:

Anónimo dijo...

Mmmm que canción tan más triste, aquella que narra la historia de la perra Laica, sin dura atenta a los derecho no se lo de los animales, sino de nuestra propia humanidad.
Sin dura estoy consciente que para lograr el supuesto progreso científico debemos hacer experimentos o expediciones que nos permitan vislumbrar nuevos senderos al conocimiento y la historicidad humana, no concibo con la idea de atentar con terceros ( animales )para alcanzar nuestros objetivos, no cuando ellos muy difícilmente tienen una conciencia de lo que van hacer , podemos creer que la perra decidió ir al espacio por sí sola, o el chimpancé que sería lanzado creo que dos años después, bajo el lema de la carrera espacial.
Es conmovedor el final de la canción…. Ha dejado de existir una perra más en la tierra y ahora es una estrella, sin dura es un hecho tráumate para un niño no afrentarse a la muerte, por lo cual lo justificamos nuestra barbarie con la escusa era una perra mas de los cuantos millones de animales que existen en el mundo, pero por que dio su vida por la humanidad será recompensada convirtiéndola en una estrella en la inmortalidad.